sábado, 29 de setiembre de 2007

Una noche en París

Salir a caminar por París a la noche puede traer un sinfín de anécdotas, o puede relajarte lo suficiente como para tener un largo y tranquilo sueño durante toda la noche siguiente. En esta ocasión, voy a contar una noche parisina de sábado, donde el plan era que no había plan.

El equipo de recorrida estaba conformado por Guillermo, Lorena y yo.

La noche comenzó con un pique-nique preparado on-the-road-to la seine. Las provisiones no eran dignas de un rey, pero no dejaban de ser tentadoras; constaban de: una baguette, un paquete de queso rayado para pizza y uno de jamón crudo. Para digerir todo eso había algunas latas de cerveza, y como postre, ya un clásico entre nosotros, el chocolate extra amargo.

La cena fue a orillas del Sena.

Luego nos fuimos a caminar por las islas, las orillas del río y aledaños...

Sentimos la sirena de los bomberos y nos acercamos a ver que pasaba. Vimos que éstos se disponían a entrar por la ventana de un edificio, con un camión con una escalera enorme (de esas de las películas). El bombero rompió el vidrio y entró, revisó el departamento y salió, subieron un poco más la escalera y acto repetido, rompió el vidrio de una ventana del siguiente piso y entró, y entramos 3 bomberos más con él, revisaron y salieron. A todo esto había pasado media hora y nos estábamos aburriendo. Los bomberos de parís son un fiasco, cuando no tienen nada que hacer salen a romper vidrios y robar casas delante de todo el mundo.

En esa noche nos preguntaron varias veces si teníamos hash. Esto hizo cuestionarnos si teníamos pinta de consumidores en gran escala o de dealers; si éramos dealers debíamos ser de los confiables, y si éramos consumidores de los que pasan, pero no llegamos a ninguna conclusión al respecto. Tal vez el necesitado de drogas utiliza simplemente métodos estadísticos para conseguir para esa noche.

Sentados en uno de los muritos al borde del sena (imaginensé algo del estilo 25 watts, pero con el sena atrás) escuchamos unos cantos en español, unos cantos sudamericanos, de esos que suenan a casa, que suenan a que los conocemos. Mirando hacia la orilla de enfrente y vemos 4 uruguayos cantando como desaforados aquellas canciones que uno llama "las de la bajada" de una noche de alcohol y amigos. Estaban tan conectados que ni escucharon nuestros gritos (más bien mis gritos), viéndolo ahora fue una situación fortuita porque ninguno de nosotros quería verse en un grupo con unos uruguayos borrachos nostálgicos y melancólicos, la noche era joven para nosotros.

Caminando por las quais vimos una pareja en momento hot, sin impunidad alguna, tal vez disfrutando de un fetiche conjunto, sentados en un banquito mirando hacia el río bajo un foco de luz, la chica estaba sentada encima del hombre, ambos de tez bien blanca y razgos europeos, pelos oscuros y ropas también oscuras en cuero. La chica llevaba una pollera corta y miraba al hombre, sentimos que no queríamos estar ahí, pero a la vez no queríamos dejar de mirarlos, seguimos caminando hasta llegar a unos metros donde había un hombre con una especie de diario o libro grande apoyado sobre sus rodillas, el muchacho estaba recostado y cuando nos acercamos vimos que escondía con su libro y sus piernas una cámara de fotos profesional, y que tenía intenciones de utilizarla para captar ese momento de la noche. Todo nos pareció muy extraño y decidimos seguir caminando mientras atrás nuestro venía un grupo de europeos que se dedicaron a gritarles algunas cosas, en varios idiomas, a la pareja.

3 comentarios:

Sebastián dijo...

muy bueno...
es divertido que no importa el lugar (Rocha, playas de Brasil o Paris), las provisiones para consumier "on the road" siempre son mas o menos las mismas
sobre el hash, no se tus acompañantes, pero vos con tu pinta de traficante turco no te podes sorprender...
y una correcion: en todo caso habra sido un hecho afortunado que no los oyeran, fortuito puede ser cualquier cosa
salut

Unknown dijo...

faaah. nostalgia de las cosas que han pasado. Saludetes a lorenae (aunque la e no le suene por allá). Abril nos verá de nuevo (?)

marcos dijo...

no es que tengas pinta de consumidor ni de dealer, lo importante es que no tengas pinta de cana!