viernes, 22 de agosto de 2008

gente que conozco

Hace un tiempo pasó un colega y amigo por París. Su paso por las Europas le dejó claro que su lugar era allá y no acá. De todas maneras, como todos los que metimos los dedos en el enchufe de chicos aprendió para que su vida no fuera como era, y ganó mucha plata además.

Mientras paseábamos por los bordes del sena, él me decía que veía mucha gente que conocía en París, es decir, veía caras que le recordaban gente conocida. Yo pensé en aquel momento: "está obsesionado". Hace ya unos días que esto me pasa.


Espero nadie muera a causa de este post.

viernes, 8 de agosto de 2008

la posta

Hace ya un par de años que no escribo, calculo que tres o cuatro de mis años anteriores... Pienso en los motivos: falta de inspiración, dejadez, olvido, sumersión en el nuevo mundo, la cantidad de historias es igual al tiempo de vida o sólo un cambio de prioridades. Ninguno es cierto.

Ahora escribo como resumen de estos seis meses del calendario y me quedo, para resumir, para no aburrir, para no escribir en largo, para no repetirme, con historias de residencia (a diferencia de los años de casa, cada año de residencia es diferente del otro), como el festejo de Noël, con una amiga enorme que había conocido dos meses atras, su enorme madre y un pibe al que nunca la había hablado. O cuando festejé mi cumpleaños en la cocina al que fueron bastantes personas (y algunos llegados desde muy lejos) y casi me hago echar del edificio. Me acuerdo también de los golpecitos suaves que hacía me vecina en el muro cuando yo cantaba y no la dejaba estudiar.

Por otro lado las historias de la escuela, donde un compañero parece haber robado la casa de otro (robado robado). Donde otro compañero dejó la supuesta mujer de su vida para juntarse con el supuesto hombre de su vida, otro compañero de clase. Donde llegué a la conclusión de que ser gay era una moda por estas tierras. Donde el profesor de filosofía me dijo en clase que yo era un seductor y que todo el mundo lo sabía. Donde la gente se calla en el momento de quejarse de los cursos que no fueron tan buenos como estaba previsto y el pibe que, de cada frase de ocho palabras erra o mezcla dos, tiene que explicarle a los secretarios lo que no le gustó de los cursos.

Están los viajes también, con grupos distintos, grandes y chicos, como los viajes y sus edades aceptadas. Está st. Maló y st. Michel con el egra y Mariela, donde dije en la escuela que estaba enfermo y mandé un trabajo a través de un amigo, hecho en la noche anterior y sin corregir. Está Venecia, Edimburgo y el sur de Francia con mi chica, donde se fue sola un rato y casi le golpean tres pintas. El viaje con el egra y mi chica por el cabo de creus, donde metimos la carpa donde pintó, al costado de una especie de tanque de agua grande, y comimos esos fideos con tuco de carpa que sólo estaban maravillosos ahí y a esa hora. Están los viajes a Londres con el Seba, Lucía, Iñaqui y Alex, donde los dos últimos hicieron las mejores escenas de pareja gay que jamás vi en un film. Está Amsterdam, amsterdam... amsterdam, con el grupo anterior y dos agregados de lujo como Marcos, Pedro, Pabooki y Gloria, cómo explicar amsterdam? fue cuando me sentí más cerca de casa.

Está la grabación de mi primer cortometraje (el cual aún no terminé de montar) que se realizó en unas 10 horas y queda como capítulo aparte. Donde no logré ni cerca de lo que quería y al mismo tiempo encontré un grupo fantástico de gente para trabajar.

Está la venida de gente a casa: mi Padre, mi hermana Natalia, mi primo Josema, Alex y Tatiana, Peter, y más y más. Están las quedadas de garrón en casas ajenas también.

Están...

Acá hay fotos de algunos viajes y de algunos momentos de grupo para compartir:

http://picasaweb.google.com/eduardo.fraschini/

Ahora ya no es tiempo de más resúmenes, el 28 de agosto estoy en Montevideo y me quedo hasta el 27 de setiembre.