martes, 25 de setiembre de 2007

Sao Paulo - 10 de setiembre

Luego del fin del ciclo despedidas del edu parto en viaje en busca de una nueva historia.

En este momento la situacion espacial no me convence demasiado, estoy sentado frente a la puerta 9 de la zona 1 del aeropuerto de Congonias de Sao Paulo. En la pantalla dice: New York 9:45 y yo salgo a las 15:00 para Milán.

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Entro al baño ojeando mi pasaje para ver el número de vuelo a Milán y me encuentro con un baño amplio, con un espejo que cubre una mesada de 4 piletas y los baños enfrente, similar al de la película Witness - con Indiana Jones - y al del 90 % de los baños de aeropuerto.

Dentro había dos hombres negros conversando y otro negro con aspecto de árabe peinándose frente al espejo. Me detengo frente a ellos y guardo mi pasaje. Los conversadores salen, el hombre-negro-árabe se sigue peinando con un peine en tonos rojo-bordó-beige, de esos que tienen los abuelos. el HNA tiene el pelo cortado con el mismo largo de mi barba cuando tiene 2 días.

Mis acciones son: mear, cepillarme los dientes, peinarme y lavarme la cara, llenar mi botella de agua y sacarme las lagañas; algo así como 10 minutos (estaba con mucha modorra). Mientras, el hombre seguía peinándose...

Las hipótesis que se me ocurren para tan curioso hecho son:
- era ciego
- se estaba rascando con el peine
- era homosexual y estaba esperando que yo iniciara una conversación sobre la necesidad de peinarse el cabello aunque esté extremadamente corto.

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En un bar del aeropuerto estaba la caña 51, aquella que tomáramos noche tras noche en nuestra última pasada por brazil, costaba 10 U$S, y a nosotros 5 Reais.

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Compré unos chicles en el free shop y debían darme 30 centavos de cambio. La chica sólo tenía monedas de 1 centavo.

Ahora tengo un peso interesante en mi bolsillo derecho.

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La buena noticia: hay una red wifi sin protección.
La mala noticia: hay que suscribirse al servicio speedy de telefónica para poder usarla.
La buena noticia: los brasileros son gente simpático y agradable.
La mala noticia: tienen un aeropuerto de mierda sin nada para hacer o ver o leer.
La buena noticia: En 4:45 salgo para Milán.

3 comentarios:

Alex dijo...

Se me dibujó una sonrisa con lo del hombre pardo...no se me borró todavía.

Para mi que el loco era trolo y estaba esperando que le prestaras la llave de tuercas.

abrazo
Alex.

Unknown dijo...

Y en Milan que pasoooo!?!? vo, dejate de continuara..., esto es lo que te enseñan en esas clases de cine que vas vo? eh? ya se nota la influencia...

Ponele imagenes tambien eh..
Salut
Tincho(Chun).-

Unknown dijo...

Una vez en Tel Aviv me vino desesperación por tomar agua, tomé agua de la canilla, y un amigo me dice "te doy un consejo, nunca tomes agua de la canilla de un pais que desconozcas".

Me costó conciliar el sueño esa noche.

Cuando leí tu relato pensé...

¡¡ Llenaste la botella con agua de la canilla de un aeropuerto !! TE MERECES ESAS 30 MONEDAS EN EL BOLSILLO !!

PD: no soy judio :P